domingo, 17 de enero de 2021

Nubes oscuras sobre la revolución kurda Es innegable que el horizonte de Rojava (un territorio más o menos como Bélgica) se está cubriendo de nubes oscuras.

 




Sacrificado en el altar de la geopolítica por las potencias internacionales y regionales que operan en Siria. La dramática situación de las mujeres y las minorías en la región

Seguramente la lucha del pueblo kurdo no termina ahí. Sin embargo, es innegable que el horizonte de Rojava (un territorio extendido más o menos como Bélgica) se está cubriendo de nubes oscuras.

Y quizás, en unos pocos años o incluso unos meses, la experiencia de Rojava (libertaria, ecologista, feminista, pluralista, comunalista, concejal, copresidencial, autogestión …) podría verse algo reducida. Entregado, contra su voluntad y contra nosotros, a la historia. Esa, casi infinita, de las derrotas sufridas por los pueblos oprimidos y las clases bajas.

Es significativo que este miedo se esté extendiendo, al menos hasta donde sabemos, incluso entre las filas de la resistencia kurda.

En particular, en la región de Ain Issa (cerca de la autopista internacional M4), los kurdos son objeto de nuevos y repetidos ataques por parte del ejército turco y sus aliados mercenarios. En la perspectiva de otra invasión (sería la cuarta, si no he perdido la cuenta), tal vez para anticipar el asentamiento real de Biden (tal vez, pero tal vez, menos dispuesto que Trump a dar a Turquía las manos libres en el norte de Siria. ).

La invasión turca de la región de Afrin en 2018 (con la complicidad de Moscú) y en 2019 de Sere Kaniye (con el consentimiento tácito de Washington), habían determinado un efecto secundario muy grave: una verdadera limpieza étnica contra los kurdos. Por lo tanto, es bastante probable que esta vez, en lugar de tener que sufrir una invasión adicional y definitiva, los kurdos prefieran acercarse a Bashar al-Assad (quien, a pesar de todas sus deficiencias, parece ser el menos peor que Erdogan). También es posible que, por temor a perder todas las conexiones en Siria, Estados Unidos presione a Ankara para que modere su ansiedad sobre el exterminio de los kurdos. Al menos en Siria, dado que en Bakur (territorios kurdos bajo la administración-ocupación turca) Turquía siempre ha tenido las manos libres.

Amarga observación. A pesar del heroísmo de los kurdos y sus aliados (árabes, asirios, caldeos, armenios, turcomanos, turcos, chechenos …) que derrotaron a Daesh pagando un precio altísimo (más de 11 mil muertos y 24 mil heridos de 70 mil efectivos), esto parece solo el canto del cisne para la revolución. Sacrificado en el altar de la geopolítica por las potencias internacionales y regionales que operan en Siria (Rusia, EE.UU., Turquía, Irán …) e inducido, obligado a posicionarse de una forma más compatible con la lógica férrea del neoliberalismo.

Para pagar el precio más alto, una vez más, las mujeres. Y no solo en Rojava, por supuesto.

Un informe de Sky News se remonta a finales del año pasado en el que se denunció la trata de personas de mujeres kurdas secuestradas en el cantón de Afrin. Gestionado desde Turquía hasta Libia, suministró esclavos sexuales a los mercenarios sirios enviados aquí desde Ankara.

Cuando el diputado del HDP (Partido Democrático de los Pueblos), Tulay Hatimogullari, pidió una aclaración al ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, no recibió una respuesta. Incluso su solicitud simplemente había desaparecido, cancelada, censurada, de los registros del parlamento turco.

Como fue el caso con cuestiones anteriores planteadas por HDP con respecto al secuestro, violación, tortura, asesinato y venta de mujeres secuestradas en Rojava. Cobertura sistemática proporcionada por el estado a violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra perpetrados por fuerzas turcas yihadistas en Siria.

Otra tragedia infinita vivida por las mujeres yezidianas de Shengal (sur de Kurdistán, en territorio iraquí). O al menos de aquellos que escaparon del genocidio operado por Daesh en agosto de 2014. Traumatizados, forzados a sobrevivir en los campos de refugiados de la región de Duhok, muchos de ellos – denunció en un comunicado TAJE (Tevgera Azadiya Jinen Ezdi – Movimiento de Mujeres Yezid por la Libertad ) – han elegido suicidarse.

TAJE pidió a las mujeres que no se enojen contra sí mismas por lo que han sufrido (secuestros, violaciones, torturas …), sino contra los opresores. También recordó que muchas mujeres y niños (alrededor de 1400) siguen siendo prisioneros de Daesh.

La declaración luego decía que “las asambleas de TAJE se llevan a cabo en todas las ciudades y pueblos de la región de Shengal. Todas las mujeres pueden venir a nuestros centros. Intentamos discutir y encontrar soluciones para cada problema. Somos tu segunda familia »Una referencia, presumiblemente, a las dificultades que muchas mujeres yezidianas, primero secuestradas por los milicianos del califato y luego liberadas de las SDF, recompradas o obligadas a huir, encuentran al regresar a sus familias donde corren el riesgo de sentirse marginadas, rechazadas.

 

martes, 7 de mayo de 2019

Colectivos o bandas de lumpens

El tema que tratare es al filo de la navaja, porque puede ser aprovechado por la Derecha y al mismo tiempo ser (yo) catalogado como salta talanqueras (palabra de moda, para todo aquel que es crítico del Estado, no siendo reaccionario). 

Cuando la población de Caracas oye la palabra colectivos, se aterran y en vez de relacionarlos con grupos culturales que hacen trabajo social en los sectores populares (seria la correcta definición) lo asocian a delincuentes (mayoritariamente en motocicletas) al servicio del Estado Venezolano, quienes lo utilizan para reprimir y hacer el trabajo sucio que le correspondería a la policía y sus entes represores. 

Ahora bien hagamos un análisis de cómo se crean estos grupos. Hagamos un recuento histórico. En la décadas del 60, 70 y 80, surgieron grupos culturales vinculados a organizaciones de izquierda, tanto de movimientos guerrilleros con incidencia en lo urbano (P.C.V, P.R.V-FALN posteriormente Tercer Camino, Bandera Roja, Organización de Revolucionarios, y algunos otros grupos (M.P.D.I.N, Colectivo 1ro de Mayo), etc. Estos grupos o colectivos, realizaban tareas de “agitación y propaganda”, en causaban problemáticas de deficiencia de servicios públicos (aguas negras y blancas, electricidad, vialidad, etc., y problemáticas sociales, como la represión, reivindicaciones económicas y su eje central, la difusión de la cultura popular, se crearon grupos y cantantes de protesta con teatro (Teatro para Obreros Grupo T-Pos, “Por qué un día salga el Sol sin nubes que lo oscurezcan”, etc.), danzas (Grupo Madera, Grupo de Danzas Gran Colombia, etc.), música (El Grupo Propatria, El Grupo Guaraguaos, El Grupo Ahora, etc.) y cantantes como Ali Primera, Goyito Yepes, Lilia Vera, las hermanas Sonia Vaamonde, Aric Vaamonde, etc. En esas décadas se llegaron a realizar Festivales Populares y eventos reivindicativos de la más pura Cultura Popular. También surgieron colectivos de discusiones políticas, filosóficas y de reivindicaciones sociales, como “La Guacamaya”, Colectivo “Hombre Nuevo”, etc. 

Como podemos ver fue un gran movimiento político-cultural, con una gran incidencia político-cultural, que transformo el panorama político-organizativo de esas tres décadas, que además de su trabajo cultural, encauso a mucho pueblo en el camino de la Revolución Proletaria. 

Ahora bien, cuando las principales agrupaciones insurgentes, que promovieron y ayudaron logísticamente a estos colectivos, se desmovilizan, y abandona la lucha armada, sin embargo estos grupos y personalidades, tuvieron una dura batalla contra un estado opresor, que cerraba todos los caminos de la accesibilidad de reivindicaciones y el acceso a una cultura secuestrada por una burguesía que la ejercía encerradas en sus teatros y elites culturales estatales. Yorlando Conde, es un digno ejemplo de esa lucha, quien fue perseguido, apresado y reprimido por hacer Teatro Popular. 

Como podemos ver los colectivos realizaron trabajos de creación, de armonía de belleza, de mostrar la parte más humana y sentida de la Revolución. 

A raíz de la ascensión al poder de Hugo Chávez, surgió una esperanza, en los remanentes y sobrevivientes de estos colectivos de volver a los caminos de la divulgación del arte al servicio del pueblo y su revolución. El estrepitoso fraude de Chávez y Maduro, posteriormente, quienes montaron una gran farsa y la llaman Revolución Bolivariana (¿una revolución no Marxista?), llevo como consecuencia a que se rompiera la esperanza, y los vivos de siempre escalaron puestos desde Ministros hasta instituciones de menor rango en el ámbito cultural y social, y la ausencia de políticas dirigidas realmente a los sectores populares. 

En este vacío, surgen grupos y mal llamados colectivos, los primeros de estos son Los Tupamaros. Quienes surgen a raíz de una división (una de las tantas) de Bandera Roja, José Tomas Pinto (El Gordo Ruperto), quien siempre hizo política en el Sector caraqueño del 23 de Enero, siempre fueron cuestionados por sus lazos a lumpens del sector, y a su escasa formación ideológica. 

Ya en pleno gobierno de Hugo Chávez, surge un personaje muy particular, Lina Ron (quien mediocremente se hace llamar “comandante”, ahondando más en este personaje, si buscas en internet, aparece como militante del CLP (nunca milito en el C.L.P), una gran mentira, porque este personaje era dirigente de base del partido de derecha C.O.P.E.Y, y a raíz de la victoria de Chávez aparece con un grupo llamado Unidad Popular Venezolana (U.P.V), con unos personajes dignos de un sainete, por ejemplo un personaje que se disfraza del “CHE” Guevara y cuando es entrevistado, suelta cualquier cantidad de improperios, pero sin carácter ideológico o político. 

Valentín Santana, a quien conocí en lo personal hace ya más de 30 años, es una historia muy peculiar, ya que Valentín hacia vida política con José Tomas Pinto en Tupamaros, y por una disputa de liderazgo, hace tienda aparte y crea El Colectivo La Piedrita (nombre del barrio donde están asentados), en la disputa de este grupo y Tupamaros en el 23 de Enero es asesinado por los tupamaros Diego Santana, hijo de Valentín, cuyo asesinato ha quedado impune, Santana se ha dedicado a salir en fotografías y videos con atuendos digo de un payasito y no de un Revolucionario, y llamando a defender a un gobierno que no tiene la más mínima característica de Revolucionario. 

Otros grupos como Colectivo Alexis Vive, La Coordinadora Simón Bolívar, Movimiento Revolucionario de Liberación Carapaica, colectivo Tres Raíces, Colectivo Ali Primera, y tantos como ustedes puedan pensar. Quienes le han hecho un flaco favor a la Revolución Venezolana. 

Hoy en día estos llamados Colectivos, son nidos de delincuentes disfrazados de revolucionarios, con un pobre discurso político-ideológico que son aprovechados por los farsantes de un gobierno que se cobija bajo el manto de revolucionarios antimperialistas. Y el pueblo trabajador los ve como “los guerrilleros comunistas que arrasan con todo”, que no dan espacio a la protesta, ni al derecho a disentir del estado. Por otra parte la Derecha que si sabe que este gobierno no es ni comunista, ni socialista ni progresista, aprovecha estas escenas dantescas protagonizadas por estos desproporcionados individuos en motocicletas con el rostro cubierto y pistola en mano, con atuendos como camuflajes, lentes oscuros, capuchas y simbología de izquierda (como camisetas con imágenes del Che, de Raúl Reyes, de Néstor Cerpa Cartolini, ETA, FARC, ELN, etc.) amedrentando a las protestas de calle. 

En conclusión, estos grupos son tan reaccionarios y delincuentes como el estado mismo que defienden y la derecha que supuestamente enfrentan y combaten. Pero tristemente utilizados por uno y otro bando, en desmedro de la Auténtica Revolución Proletaria.

Gustavo Conde
7/5/2019